Durante esta primera semana de verano, los niños participaron en un taller intensivo y creativo centrado en el trabajo con la máscara como herramienta teatral. A través del juego, el movimiento y la expresión corporal, exploraron cómo transformarse en personajes distintos, comunicándose sin usar el rostro ni la voz, solo con el cuerpo. Cada día ofreció nuevos desafíos y momentos de descubrimiento, fomentando la imaginación y el trabajo en grupo. El cierre de la semana fue una salida a la playa, donde lo aprendido se trasladó a un espacio natural, abierto y sensorialmente estimulante. Esta actividad en la playa no fue solo recreativa, sino parte esencial del enfoque creativo del programa de verano. Allí, los niños jugaron, se expresaron libremente y profundizaron en la comunicación no verbal. Fue un momento clave para reforzar lo trabajado con la máscara y dar vida al teatro fuera del aula. El entorno natural de la playa despertó nuevas formas de conexión y creación. Esta semana de verano fue una experiencia creativa completa, donde los niños no solo aprendieron sobre teatro, sino también sobre sí mismos y los demás, a través del poder expresivo de la máscara.